Bonifacio, se hizo rogar pero finalmente valió la pena para el cierre de una etapa maravillosa.

Viernes por la noche en Isola Rosa preparamos una Paella que no es por mandarme la parte pero estaba muy buena. Acompañada por un vino Pescador Blanc la cena se extendió en una sobremesa de charlas y risas.

Si el tiempo lo permite sábado temprano partimos hacia Palau Embarcamos a dos nuevos tripulantes y cruzamos para cumplir con lo adeudado Bonifacio, ese puerto que parece inalcanzable, ese que toda la tripulación quiere conocer porque todo el mundo habla maravillas.

Después de unas cuantas horas de navegación Pasamos por la Isla Maddalena hermosa con una fisonomía única, luego Palau, puerto pequeño bonito con un fondeadero y una playa que te invitan a quedarte, pero no nada de playa, Bonifacio nos espera.

Al llegar del otro del estrecho, los acantilados comienzan a aparecer entre la bruma y las caras de los tripulantes va cambiando, en vos baja se escucha un susurro, ¡!!!!Valió la Pena el esfuerzo!!!!! Y si, claro que si pienso en vos baja.

Bonifacio es un verdadero museo al aire libre, las callejuelas de la ciudad alta están llenas de restaurantes, ubicado en el extremo sur de Córcega es famoso por sus acantilados y lo espectacular de su puerto.

Una vez amarrados, todos con look especial bien elegante nos dejamos llevar por las calles y sus tiendas, hasta que la comida francesa nos tentó y nos fuimos a cenar ,del regreso al puerto B52 un clásico de la movida se vio sorprendido por la presencia de Clara y Celeste dos Profesionales de la buena vida disfrutando de un trago en su última noche como parte de la tripulación del Sea Gipsy.

Parece mentira como pasa todo tan rápido hace unos días hacían su entrada triunfal en Sant Elmo , con mucho entusiasmo alegría y buena onda hoy con unas cuantas millas navegadas, viento, ola, mar experiencias nuevas, muchas risas. Estos días todos hemos tenido un gran aprendizaje, en mi caso como capitana ha sido un placer compartir con ellas, ver cómo a pesar del desconocimiento del mundo náutico se han adaptado , y han dado lo mejor de sí en este viaje demostrando que nunca es tarde para emprender una aventura de esas que aunque parezca una locura le dan sal a la vida y siempre hay algo mas por descubrir.

En cada década de la vida, una persona tiene sus retos, sus cambios, sus miedos y como no, sus momentos de felicidad y alegría. Y no serán los mismos a los 20 anos, que a los 60. Lo que buscas y lo que encuentras en la vida es completamente diferente pero eso no quiere decir que no puedas disfrutar de cada uno de ellos y sacarle el máximo de partido.

Gracias Clara y Celeste sin duda son unas verdaderas profesionales……